Somos CASAS CON CORAZÓN
Beca Erasmus+ Valdocco 2024

Bienvenidos al año 2025. Comenzamos este segundo trimestre que desembocará en la celebración de la Semana Santa. Y nos centramos en el segundo símbolo de la campaña, que es el corazón.

El corazón simboliza el amor de Dios al mundo y a cada uno de nosotros, en primer lugar. Amor que entregará la vida por nosotros. Pero el corazón también simboliza la identidad más profunda de la persona. Todos somos amados por Dios. Y, porque nos descubrimos amados, estamos llamados a amar a los demás. En este movimiento, nos hacemos cada vez más semejantes a Dios.

Nuestro dosier nos dice que somos CASAS CON CORAZÓN. Porque no podemos ser de otra manera. Don Bosco descubrió que tenía que ser signo y portador del amor de Dios a los jóvenes. O, mejor, del Amor que es Dios a los jóvenes. Y lo hizo destacando un rasgo característico de Jesús, del que él mismo habla en el evangelio. El Buen Pastor. El buen pastor conoce a sus ovejas y a cada una las llama por su nombre, y se preocupa por cada una, y se desvela por cada una. Y las ovejas confían en Él y le siguen. ¿No nos suena esto a que no basta con amar a los jóvenes, sino que ellos sientan que se les ama? ¿No nos suena esto a que el amor genera afecto y el afecto,
confianza? Son frases de Don Bosco que todos nos sabemos.

Jesús es el hombre, Buen Pastor, que le pide que transforme las fieras en corderos en el sueño de los 9 años. En nuestras casas salesianas, tenemos una forma especial de leer el evangelio de Jesús. Nuestra forma de educar, de ser, de vivir y de rezar se inspiran en Jesús como Buen Pastor, que tiene un corazón bondadoso, cercano, sencillo, alegre… Jesús nos quiere con corazón de pastor. Y la bondad, cercanía, sencillez, amabilidad, alegría…, son palabras muy arraigadas en el vocabulario salesiano.

 

Por eso procuramos ser CASAS CON CORAZÓN

 

Cuando alguien nuevo viene a nuestra casa, no cabe otra actitud que la acogida incondicional y la preocupación por esa persona en concreto.

Nuestro Sistema preventivo nos habla de paciencia, responsabilidad y esfuerzo, pero también nos habla de presencia, cercanía, acompañamiento al joven en lo concreto de su vida.

Potenciar el acompañamiento personal a los jóvenes habla de ser como el Buen Pastor que conoce a cada una de sus ovejas, aunque sean muchas, y las cuida, las guía, las acompaña y las protege.

Todo esto nos permite ser casa que acoge, como estamos orgullosos de decir cuando llamamos Casas a nuestras presencias. La casa, unida al patio, nos permite generar ambientes acogedores, donde construir confianza, amistades fuertes y disfrutar estando siempre alegres. Pero nos permite también ser iglesia que educa llegando al corazón de cada joven, y ser iglesia que insiste en amar y ser amado, más que en el cumplimiento de normas y ritos. Don de se vive la fe manera sencilla y la oración y las celebraciones son una auténtica fiesta.

Este es un buen mes para mostrar lo que somos y vivimos, conocer a Don Bosco, su Sistema Preventivo y, como nuestras casas hoy, reflejan su manera de seguir a Jesús.

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