Los Buenos Días del 13 de febrero han sido especiales en Salesianos Pamplona. El alumnado ha recibido un mensaje de Mateo Colmenares, voluntario en la casa Salesiana de Alepo en Siria.
“El primer temblor fue muy fuerte y duró mucho tiempo”, asegura el salesiano Alejandro León,. “Todo el mundo salió a la calle, de madrugada, bajo la lluvia, con lo puesto, y en Alepo vinieron a refugiarse en Don Bosco, porque nuestra casa apenas había sufrido daños”. Después, con el segundo terremoto, “más de 300 personas pasaron la noche con nosotros”.
Los peores terremotos en los últimos 80 años han afectado a una zona del mundo castigada durante años por la guerra.
“A punto de cumplirse 12 años del inicio de la guerra en Siria, los terremotos lo han tenido fácil para que los edificios más dañados por las bombas no resistiesen”, recuerda el misionero salesiano. “Mucha gente que no tenía casi nada lo ha perdido todo y ahora tiene miedo de qué pasará con ellos”.
La Casa Don Bosco en Alepo, todo un símbolo de paz durante los 12 años de guerra, se ha convertido desde el primer momento en un refugio de emergencia para la población: “Pasamos de ser un oasis de paz para los jóvenes y sus familias a un refugio seguro para todos los habían pedido su hogar o simplemente tenían miedo”, comenta Mateo Colmenares.
Los Salesianos en Alepo, una de las zonas más afectadas por los terremotos en Siria, recuerdan que “ sólo hay dos horas de electriciad al día,. El Gobierno también repartió algo de pan, pero seguimos necesitando de todo: colchones, mantas, ropa de abrigo, comida…”.
Las réplicas de los seísmos, sin embargo, son continuas. “Estamos ofreciendo asistencia básica y comida, pero necesitamos ayuda para los próximos días”.